Ayer

Ayer releí escritos que pensé que habían caído en el olvido, y por lo tanto habían sido eliminados de mi vida, por suerte, se han conservado y por lo tanto he guardado cada pincelada escrita en aquel lugar.
Al parecer hay un largo camino de lo que escribo ahora, de lo que hacía entonces, pues aquellos escritos atesoraban en sí, la ingenuidad, la sinceridad directa y no matizaban ni eran escuetos en palabras.
Allí, encontré tan hermosos recuerdos como dolorosos y quebradizos sueños, que se disipaban entorno a una agonía meláncolica y retorcida.
Por fortuna, aprendo de cada escrito que puse, sobre aquel blog, de tintados vocablos y despistados versos.
Estoy contenta de haber retomada de nuevo, el sendero hacia la verdad y a su vez, cogida de la mano de la belleza.
Espero que prosiga en esa línea, y no caiga en nuevas y falsas tendencias, de tecnólogicas ideas.


:)