jueves, 18 de febrero de 2010

Duda, duda y decisión.

Acabo de trasladarme al punto perfecto: la duda. ¿Vislumbraré, entonces, el racionamiento? ¿O me quedaré atrapada entre la cobardía y el hecho? Esperemos que el tiempo sea soleado y aporte al menos, algo de serenidad, a esta cabeza con pájaros revoloteando sobre ella. Estoy decidida ha llegar al fondo de la cuestión, me he armado con varias leyes, que repitiéndolas, me hacen coger fuerzas:
1) No me puedo permitir la duda
2) No me puedo permitir el miedo
3) No me puedo permitir mirar atrás
4) Estoy orgullosa de todo lo que hago.
5) Todo dolor tiene su lado positivo, el hecho que haya transcurrido contrario a lo que desease, tiene su perspectiva beneficiosa: Algo a cambio, que con la ofuscación se me ha pasado por alto.
6) He de tener valor.
7) Observar y proceder con cautela, antes de dar un paso en falso.
8) Debo creer en mí y en lo qué hago.
9) En caso de caer, buscar medios para animarme.
10) Llorar es fácil, reír es la meta.
11) Aprender en que los errores de una, pueden causar daños en todas partes, pero lo sabio es saberlos ver y rectificar a tiempo.
12) Entender que a veces, la culpa no es mía.
13) La mejor forma de ver las cosas, es procediendo desde fuera y no en enfuruñarme a hacerlo cuando estoy en caliente.
14) Y última: debo ser yo misma, guste o no guste.


:) Las dudas son buenas, siempre traen un intermedio, un proceso, una elección. Y esta vez, he decidido lo pertinente a ello. "Deseo avanzar"

miércoles, 17 de febrero de 2010

Diario: Última fase.

Llevo tiempo intentando adaptarme a esta situación cuál menos desastrosa. Estoy asqueada de esperar y no ver resultado alguno, creo y me da miedo saber, que me he rendido en parte.
Esto de un amor deliberado y con derecho a consumirse, nunca me ha agradado esa idea tan sumamente fatídica. Anhelo con todo mi corazón, el que no termine, pero dado los últimos acontecimientos, en que ni el burro da su paso al sosiego, ni el cazurro al razonamiento...estoy más que perdida.
Hace año y medio, que sigo en la misma calle, misma dirección y misma sensación de estar divagando o deámbulando por la misma senda...y comienzo a tener la frente sudorosa, las palmas de las manos frías y el corazón turbio, precipitándose hacia el abismo del que le separa, un mero hilo invisible.
¿Qué debo hacer?... ¿permanecer a la espera y observar con detenimiento, cómo el tiempo se traslada hacia otro suceso?... ¿O delinear una defensa contra el ataque agresivo, de una muerte no tan ansiada como anunciada?...¿Qué tengo que hacer?...
He tomado una decisión, no sé si bien esmerada o sólo arriesgada, no lo sé. Pero no me resigno a quedarme quieta y ver como todo prosigue, en un plan hacia el declive...
Estoy cansada de esperar, necesito moverme, sentir que retorno a la vida, aunque no sea con esa flor, con esa pequeña alegría de la que tanto he hablado, en este diario...
Si algún día leyera esto, si por casualidad lograse encontrar este pequeño diario...
"Perdóname, pero nunca supe si me querías de verdad. Por eso, marché. Cobarde de mí, a pregúntartelo con tantos momentos, que nos habían separado...No lo creí oportuno, puede que me arrepienta el resto de mi vida. Pero...no puedo. Si sigo así, me consumiré y tú ni si quiera verás cómo...Ojalá supieras lo mucho que te amo, y te he amado. Aunque estuvieras en brazos de otra mujer, aunque te hubieras detenido junto a mi puerta y ni si quiera hubiéses llamado. Hemos sido unas cobardes, las dos...yo por no contártelo, aunque bien creí que lo sabías. También sabía que en un momento de nuestra pequeña y frágil vida, me dijiste que no, pero no sé porqué, sentía y siento que aún sigues...sigues amándome en secreto, mirando a los ojos de otra mujer, que tal vez te quiera...pero no tanto como yo. Por eso, por mi franqueza y cobardía, renuncio a ti. Eres libre, de hecho siempre lo fuíste, pero ahora definitivamente. Gracias por...aquellas semanas, jamás las olvidará mi piel, ni mi alma...ni si quiera mi ser, nunca dejes que el dolor te nuble, nunca te rindas, desde aquí mando mi último aliento, para darte fuerza. El resto, lo haré por mí mísma, para sacarme de este agujero lleno de agonía. hasta nunca, mi querido amor."





Lo siento...

jueves, 4 de febrero de 2010

Formulas...

Querido diario,
Explicándote de nuevo las anécdotas que acontecen mi vida. Después de todo, estás preparado para sopesar de nuevo, mis historietas llenas de trágedia, de comedia o simplemente, de historias.
Ayer, quise leerte, una y otra vez, para ver, cuánto había evolucionado, y sorprendentemente, aunque a pasos lentos y propicios a retroceder, he avanzado, sí, lo he hecho...
Y recuerdo, que al principio, tenía miedo, pánico, diría más bien, pero supe calmarme y estabilizar mi mente.

"2+2=4 2+2= 4 2+2= 4 2+2=4 2+2=4 2+2=4 2+2=4 2+2=4 2+2= ¿4? o ¿5?" sé que muchas personas si seguís este diario diréis, aprende a contar...pero lo que vengo a explicar es lo siguiente.
La formúla parece idéntica...pero casualmente varia el resultado...sorprendentemente, entra otro factor en juego con el que no contaba y da 5 y no 4...pero el resultado o acaba siendo 4,5 o 5...
Pero normalmente no cambia, siempre se repite la misma ecuación...la misma suma, la misma resta, división...o lo que quieras, que seas fórmula errónea...eso digo yo, esa calculadora no va bien, no le irán las pilas, pero la que no tiene la fórmula correcta soy yo...
Me fio demasiado, demasiado de intenciones que no hay en ningún lado. Y luego pasa, que la formula replanteada es la misma...
Procuraré cambiar las cosas, ponerle ese factor sorpresa...al menos para añadir un poco de emoción al guión, de algún director bohemio, repleto de galardones, por expresarse igual...igual, en todas las historias.


Recapitulemos: Vivamos, el presente, hagamos de nuevo esa teoría tan optmista, en que...quién por una vez, no resulta herida o perdiendo...soy yo...
Hagamos posible, que esta vida, no cante el gato, bajo la luna, ni ría el perro...
sólo...sólo que se oiga la música de la noche.





Im singing in the rain...

miércoles, 3 de febrero de 2010

¿Locura o razón?

Querido diario,
Voy aprendiendo que las apariencias a veces no engañan, pese a que otros nos dediquemos a defenderlas, un pez, no deja de ser un pez, por mucho que se proponga el volar entre aguas...
Me remito a lo que digo...es algo precipitado, pero allá voy, hace poco, entré en una de esas redes sociales, en las que conoces gente y, bueno el resultado ha sido de lo más variopinto, pues unos más que otros, me han sorprendido, e incluso fascinado a primera estampa...y otros...¿Qué decir de esos otros? Decepcionantes, son como carcamales, que no avanzan, sólo se quedan en sus propios intereses, que responden a sus impulsos sexuales o a su devastador y plano coeficiente intelectual...
No me considero superior a nadie, ni si quiera más lista, sólo digo que, no sé hay veces en que unos son más inteligentes que otros y la diferencia es notoria. Y en este caso, era de evidenciar, que hacía incapié a esa gran diferencia entre sesos sesudos...
Digamos, que en mi poca experiencia de vida..la decepción sobre esta clase de maravillas, es evidente.
Evidentemente y plausiblemente...aterradora a los datos que he concluido.
De cada 3 personas, 2 son decepcionantes y una parece interesante, sin lugar a dudas. ¿Qué porcentaje más pésimo o más pesimista no? te preguntarás, ciertamente sí, pero está basada en espectativas y que como tales, buscaban resultados inmediatos.
Bueno y corroborando a las personas que dicen, que no hay que buscar ni esperar nada, creo que voy a aplaudirles, pues la tésis sale redonda, con esos comentarios.

Es francamente...desolador, desabastecedor, pusilánime...yo creía con franqueza, que había alguien que tras su rarezas, lograría atraerme y hoy por hoy, sólo veo preámbulos de egoísmos propios...no digo que yo no los tenga, pero...visto desde fuera, parece como que la pieza de este puzzle sin armar, soy yo, y no creo que sea cierto. O eso, quiero pensar...

Día tras día, y la luz se apaga, se aborrecen las noches del mismo cuento y la misma moraleja, día tras día, la chispa de la vida, deliria, y camina embriagada, sin saber hacia dónde declinarse, hacia la balanza de la razón o hacia la de la locura.




¿Locura o razón? ¡Hagan sus apuestas señores!






Porque las cartas están echadas...Y el show, debe continuar.

lunes, 1 de febrero de 2010

Recolectando...

La mente es una herramienta de doble uso: el privado y el compartido. Dígamos que, puede servir para una mísma o para los demás, depende de cómo queramos usar.
Nunca he adivinado, el porqué en según que secuelas de la vida, participa más un lado, que el otro.
Es decir, damos más que recibimos, o recibimos más que damos...
ni tan si quiera sabemos en qué magnitud se miden nuestros actos, después de todo, desconocemos o acabamos mejor dicho, desconociendo nuestros própositos...
¿Cuántas veces nos hemos preguntado: porqué pensaba así?, ¿Por qué llegué actuar impulsada por tales idealismos o pensamientos? La respuesta es bien sencilla, porque en cada etapa somos diferentes, discurrimos de una manera según los acontecimientos próximos, somos camaléonicos, porque nos adaptamos a la situación que nos precede, para poder poner nuestro color particular.
Nunca damos en la misma magnitud, lo que el resto de personas nos dan, sin embargo, procuramos servir y que llegue a todos, nuestro afecto e incluso nuestra manera de ser, implantando o repartiendo semillas. Semillas que algunas tienen la fortuna de florecer y otras se pudren al no regarse o al no tener el suficiente sol...por alguna de las dos partes.
He llegado a una conclusión: Si damos lo mismo que recibimos, nunca sabremos lo que realmente damos o dejamos de recibir, ni podremos blandirnos ni mejorarnos, porque si el ser humano se caracteriza de algo, es de su imperfección y de su búsqueda hacia la perfección con el fin de consolidarse. Es una bella virtud, que refleja el ansia de buscar lo verdadero y expander lo certero...o tal vez, de mostrar que no es todo vileza y que, se esconde una franqueza inoxidable.
Por eso, el día de mañana, no quiero resignarme a sólo dar, sino también a recibir, a ser paciente, y saber aprender con todo lo que voy recolectando últimamente, por eso quiero también decir, que me alegra vivir, para tener esta oportunidad de sentir.