viernes, 28 de noviembre de 2008

Querido diario...

Querido diario,
Aborrezco los días en los que, el pensamiento más doloroso retoma ese circulo vicioso y constante, con tal de fastidiarme las horas, todo es poco. Estoy triste, realmente triste. No puedo pensar en otra cosa que en ella, y ella sigue ausente, en su mundo aislado y yo sigo en alguna parte, que no recuerdo...
No lo entiendo, no logro entender todo esto, pero es que lo peor es que ni si quiera doy un volantazo al timón de este navío que naufraga por las aguas turbias, del silencio...
Ella es tan misteriosa, todo cuánto le rodea está lleno de enigmas, de extrañas paradojas, que llevan una moraleja desconocida, quiero..quiero que me escuche, que sienta lo que tengo aquí dentro, está tras la ropa, dentro del cuerpo, es un corazón que sueña contigo!
Sólo contigo, contigo y contigo me acuesto de día y de noche, me duermo pensando en qué haces y en si algún día me deleitarás con dos palabras, esas que prometieron tus ojos y que tu alma me dejaba adivinar...
Es tan preciado este sentimiento, es tan real...tan intenso, que un simple beso, destaparía toda esta primavera...Te necesito, aunque tú no lo sepas, aunque parece que sea esto una fantasía puedo asegurarte, que es real, tan real como respiro, tan verdadero como cuando te pienso.
Créeme que eres ese deseo, que cualquier mujer contempla dentro suyo.




Ojalá supieras todo esto...

jueves, 13 de noviembre de 2008

Idiotismos, aparte...

Querido diario,


Hoy me he percatado de lo que la apariencia insinuaba, el simple hecho complejo, ha desnudado parte de la trama. Es pátetico, que conscientemente me engañase, para no ver todo aquello que se avecinaba...Supongo que en cierto modo es culpa mía, por intentar matizar todo aquello, y presionar a la esperanza para que pudiese comer: mentiras. Una tras otra, como una sopa amañada, llena de garbanzos en una escuela de fideos. He sido una idiota, por creer en lo que no es real, lo que simplemente quería ver...He aguantado hasta entonces, he querido guardar distancias por si acaso y me encuentro con esta ensalada desaliñada y triste, tan apenada como yo.
Pensé por unos momentos que todo era tan veraz, como que el sol sale de día y que la noche grita muecas de malestar. He sido vencida, por mi autocompasión, que de nada me ha servido, sólo para golpearme la cabeza aún más fuerte.
Yo quise ser su amiga, claro está que mis sentimientos no eran un caso aislado, pero pretendía estar a su lado, sin tener que sentirme aún más abandonada por su egoísmo. Sin ánimos de lucrar mi afable meu amico ego podría decir, que hoy le he dado una dosis de orgullo, de sentido común, no puedo estar sucumbiendo a sus caprichos, y haciendo como si todo estuviese bien.
No quiero ser egoista ni egocéntrica, pero creo que a veces tengo que levantar la cabeza y decir:

"Te has pasado esta vez"...

Ya nada importa, salvo que yo he visto dónde me había equivocado, no puede pretender cambiarme soy como soy, si no le gusta, es que realmente yo estaba errada en eso de establecer que yo a ella, le gustaba...
He sido una idiota, lo sé, pero está idiota aprende a base de cafés....





Lord Astaroth

miércoles, 12 de noviembre de 2008

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Dispuesta a pelear

Querido diario de letras traspuestas,

Milagrosamente no sé como sobrevivo a cada caida, ¿ Será que el golpe no es suficiente doloroso para poder sobrellevar una muerte segura? me temo que esa no es mi respuesta, supongo que el segundo aliento ayuda al primero a coger fuerzas y que este aconseja que siga luchando, en esta batalla por la vida emprendida por el amor suicida.
Y después de tanta sangre por la librada lucha, quedan las cicatrices que nombran el suceso en primera persona, callando tantos silencios y ocultando las pruebas de su locura definida.
¿Qué más da? de todos modos, de algo hay que morir y ser vencida,¿ porqué no darlo todo por un amor tan suicida como el que anuncian mis versos? no creo que sea consentirlo demasiado, ni alimentarlo de dolor, es el poco pan que le queda a este cuerpo desgastado, podrido de tanto llorar.
A lo lejos sonarán las campanas, proclamando que el nuevo día comienza, que las horas van a recibir a las invitadas, llamadas palabras de sutileza. Vamos a hablar sobre sonrisas, aquellas que tanto nos contagiaban, vamos a prescindir de las difamadas mentiras que nos infunde el miedo, creo que fingir que no pasa nada, estará bien, al menos por unos minutos.
Suspirar, eso es lo que haré cuando los cambios tomen su forma definitiva, ni si quiera sé del cierto, si esto va a cambiar algo o ni si quiera nada, si terminará pronto o tal vez no lo haga nunca.
La espera, la llamada "muerte lenta" por aquel quién la padece, no es ningún trastorno psíquico ni tampoco una novela negra, es un proceso autodestructivo o constructivo, según quién lo mire. Podríamos decir, que aquel que la sufre (que somos todos en nuestra inmensa mayoría, ya que tarde o temprano, nos topamos con ella) se inminuye en una evolución del desarrollo del todo pólemico, siempre da que hablar, tiene muchas cosas que contarnos y nunca se explica con la suficiente claridad. Hay aspectos de los cuáles desconocemos y otros que ya sabíamos desde el comienzo.
Con toda esta charla diplómatica, quiero decir, que estoy esperando, que sigo en la misma silla vieja, usada y gastada que en sus huesos mide los minutos y las horas, que pasan cada vez que tú huyes, presa del pánico y te engañas, esforzándote sonreír cuando llevas el cansancio pisándote los talones, acosándote a cada sitio al que deseas huir.
¿Por qué padecer inecesariamente? ¿Porqué tanta angustia, porqué no nos dejamos ya de hacer tantas tonterías? no digo de correr a toda prisa, como si estuviesemos en una competición, pero tampoco veo justificado el ir a pasos de tortuga, por nuestro rechazo a que el desasosiego dé con nosotras. Píensalo, aunque sea un momento, ¿Decides darle más importancia al pavor, que al simple hecho de disfrutar el instante a mi lado? me niego rotundamente, a que te dejes llevar por ese rastrero de ojos invisibles y que todo ser humano, ha estado evitando a lo largo de los siglos.
Escúchame, hazlo sin levantar sospecha, despierta tu verdadera belleza, esa por la cuál yo me enamoré. No temas las consecuencias, más tarde las podrás solventar,¿Pero y qué me dices si pierdes esta oportunidad?, ya no habrá otra por igual. Siguéme y no te arrepentirás.


El miedo a la ignorancia, es el que nos hace débiles, pero el miedo a la desconfianza es el que nos vence. El valor de un hombre reside en su pecho, aquel que ha ido madurando con los tiempos, hasta volverse un buen soldado que luchará por lo que cree.

Naciste para aprender, para enfrentarte a tus inquietudes, en un lado de la mano tienes la razón y en la otra la emoción, ambas viven la una por la otra, por mucho que se quiera exceder de una, se acaba necesitando la ayuda de la otra. No te rindas, aún te falta mucho por lo que caer de espaldas, y por lo que sonreír a carcajadas.









Fallen.

lunes, 10 de noviembre de 2008

Marinero errante.

Querido diario,

Hoy empiezo a escribirte desde otro lugar, quizás menos íntimo, pero más práctico para confesar, mis inúmerables delirios de ahora en adelante.
El suspenso temporal del tiempo cierne sobre este rincón solitario, de letras tristes que hoy por hoy, se diluyen en el vaso desgastado del pequeño abismo hacia el olvido. ¿Tan fácil es, venderse a cambio de una diminuta mentira? al parecer, preferimos autoengañarnos que dejar en evidencia, que somos unos cobardes con piel de cordero. Huir, tomando la iniciativa repentina de escapar con prisas, dejando incluso las huellas en el escenario del crimen. Cuántos recuerdos allí abandonamos, sin ni si quiera percatarnos del daño sufrido, decidimos ignorar las señales obvias de que nos hemos equivocado en todo momento.
Vamos esparciendo el rastro peculiar, de un fracaso estrepitoso que quisimos dejar atrás, esperando que alguien limpiase el escenario, dónde evidentemente rezamos por que no nos descubran.

Hemos sido capaces de todo, menos afrontar la dura realidad, aquella condena indiscutible, que permanece asentada dando pequeños golpes con su pie izquierdo, tal vez sea el de la sensatez o el de la lógica, pero lo que intenta decirnos desde el primer instante es:

Reacciona. Despídete de tus miedos, aprende a errar y descubrir que tras cada pisada en falso, hay sus consecuencias, y su estricta moral, que se asemeja a una madre, pues siempre está a tu lado, incluso cuando haces caso omiso, ella en el silencio más inquieto y más intenso, espera a que tu la abraces. Y toda moraleja es poca, para nuestro album repleto de fracasos, siempre existe la posibilidad de poner la típica foto y el texto abajo, comentando el duro combate que padecímos en aquellos tiempos.

Estoy completamente indefensa, presionada en la interminable noche, que alguien apagó las luces y me dejó a oscuras, y ahora simplemente, no sé como defenderme. Ni si quiera sé dónde está el sur o el norte, procuraré que mi ceguera dure apenas dos dias, para que cuando venga la lucidez pueda discutir como dos jugadores en una partida de aljedrez, si he movido bien el peón o si directamente, me perdí en el primer ataque.

No soy yo quién debe mirar hacia que dirección tomar, es mi corazón cuyas riendas la mente podrá manejar cuando las emociones dejen de hacer de las suyas...



Siempre sigues acompañándome a cada viaje al extranjero, soy como naufragante en aguas turbulentas, nunca sé cuál es exactamente el sendero, pero sé que algún día llegaré a casa.
Allí escucharé esa frase, que tanto me enamora: Bienvenida a casa.










Firmado: Lord Astaroth