viernes, 29 de octubre de 2010

Adelante.

A veces presiento que las cosas más interesantes, desaparecen dentro de mi interés. Y que recurrir a dibujarlas es un crasso error, del que puede lastimarme contínuamente y arrastrarme en su búscle solitario y contraproducente. Deseo tanto contentarme, hacer que la inspiración nunca se marche y permanezca aquí, junto a mi mente.
Que ni me doy cuenta que la desesperación puede llevarme al punto final, llamado desastre.
Contemplo desde mi ventana las viejas y nuevas costumbres de estos pasajeros andantes, parecen hormigas, cada cuál construyendo algo importante. ¿Y yo? ¿Qué estoy haciendo?
Dudando de mis principios, todos por alguien que no creyó en mi labor y prospecto.
El trayecto más corto se hace largo, dura varios años, lunas y sueños, pero siempre queda ese hemisferio pequeño, en el que soñamos contínuamente.
Sí, quiero tener esta ilusión, sin que sea arrebatada por las garras de la envidia y la ira. Así que prosigo mi camino, decidiendo y equivocándome, como una competición en la que el reto es llegar a definirse. Eso es lo que pienso. Que debería tratar de no rendirme.
Así lo decido. Siempre hacia adelante.





Diario del 29/10/10

viernes, 22 de octubre de 2010

Miedo.






Aprecio tu desastre triste en el caótico mundo de tus ojos. Ya apenas hablas consciente, sólo permaneces en el letargo...acomodándote en el dolor que ríe invisible, para el resto de los mortales. ¿Quieres soñar conmigo?
¿O prefieres vivir en el engaño de tus ilusiones?
Ya no me susurras como antes, tampoco acaricias mi oído con tu voz aterciopelada, sólo buscas en la brevedad, los golpes que lloraron a tus espaldas.
En las estancias de la oscuridad, el aire denso te asfixia, son como los brazos rotos del álamo triste que describen en los cuentos infantiles. Procuras buscarme dentro de ti, en la consciencia, derribando puentes, murallas, esquivando flechas.
¿Qué se siente al tener miedo? Cuando tus impulsos forman parte de tus pulsos cardiacos, cuando tu instinto parece no estar seguro y permanece alarmado, cuando tienes ganas de salir corriendo, pero no hay una dirección correcta escrita en ningún lado...
¿Cómo se siente al respirar dentro del pequeño fracaso? Todas las penas se magnifican, se hacen monstruos. De aquellos con los que tenías pesadillas, y te ahorrabas el descanso con tal de no verlos. Como si estuvieses atrapado en medio de un pozo, en la escrutable oscuridad, con el agua en los tobillos...
¿Cómo te sientes cuando te ves acorralado? Las pupilas se van dilatando, hiperventilas por la ansiedad que sientes en tu cuerpo, reanudas tus circuitos en la búsqueda de la respuesta rápida. "Apenas hay salida, apenas hay aire en esta trampa" piensas con las palmas abiertas, sobre tu cabeza. Gritando, llorando, cayendo al suelo derrotado por tus crímenes y ajusticiado en el tribunal de tu propia consciencia.
¿Cómo se siente al sentirte solo, entre un millón de galaxias? Eres una estrella pequeña, distorsionada, en medio de una pantalla negruzca y azulada, la cuál parece no tener cabida entre tanta fantasía.
¿Cómo te sientes, tras sentir la oscuridad implantada en tu piel?
La única solución es enfrentarse a ti mismo, en frentarte a ese miedo a perder.


La victoria es el camino hacia los sueños. Sólo puedes volar si crees en tus propios pasos.

sábado, 16 de octubre de 2010

Realidad.

Las torpes caricias que deambulan en mis manos tímidas, entrometiéndose en la simple idolatría por tocar tu piel blanquiza. Mi corazón late alarmado, eufórico, nervioso por seguir contemplándote desde el silencio azul, en el que tus pestañas abren el escenario hacia tus ojos avellanos. Parpadeas, encendiendo las luces de la calle de la discordia, haciendo señales mudas para el faro de mi playa dorada, en búsqueda de reacciones espontáneas que dejen descifrar las pequeñas líneas de lo que calla mi boca.
¿Te atreverías a presentarte a altas horas, en mi casa, sin nada que decirme tan sólo un..."Quise hacerlo, porque sentía que era lo que necesitaba por dentro"?
Yo te dije, temblorosa, soy incapaz. Porque el miedo sueña desde mi paladar y transmite la duda, ya que, a veces pareces tan ausente y otras tan próxima, que ni si quiera sé si decirte : "Hola, ¿Cómo estás?" o quedarme observando como estás en la lejanía, conectada a mí por un vínculo esquálido como tu figura de sirena.
Quisiera murmurarte, en las conversaciones no sólo se mueven mis dedos, tampoco lo hace el bailoteo de mi lengua, corren más que simples mecanismos córporeos, lo hacen los impulsos hambrientos de cruzar palabras contigo. Hacerte volar sin necesidad de alas de madera, sin cables que distorsionen la perspectiva humana, que nos hace ser nosotras mismas. Quiero explicarme, quiero mostrarte que para volar, no hace falta alas. Sólo la mente abierta, a todas las posibilidades existentes...Y si tú supieras valorar eso. El simple hecho de que conversar no es charlar por sacar la lengua a pasear, es un intercambio de información, un beso escondido, entre los recónditos de nuestro jardín secreto.
A veces me pregunto...¿De verdad querías ofrecerme vocablos amables, porque así lo pretendías o porque en tu interior anhelabas el compartirlos conmigo?
Un día de estos, en que las estrellas brillen por su propio esplendor, sin que nadie les haya enseñado, sino por su gratificante esfuerzo. El día que suenen al unísono, y canten una canción de amor...aquel día, te llevaré lejos.
Y aunque a veces titubeo en si hacerlo o no, en si de verdad debería afianzar lo poco que tenemos, quiero demostrártelo de todas maneras, para que veas...
Que volar no es sólo soñar despierta, es una realidad conjunta.




"Que el resto del mundo aparte sus ojos, sólo podremos relucir nuestros silencios, estudiando nuestros labios, recorriendo minuto a minuto, los besos, los sueños...abiertos entre tu corazón y el mío"

lunes, 11 de octubre de 2010

Esa estación llamada amor.






Mi corazón estacionado en la parada llamada amor.
Cogiendo de mi maleta las ilusiones y embarcándome en el tren de los sueños.

Asomo la cabeza para ver como huye el miedo.
Como entro en el vagón solitario, jugando mano a mano, con mis sentimientos.
Miro hacia a la ventana.
Todo se describe de manera fugaz.
Las líneas se confunden con las curvas.
Las luces se difuminan en el extenso océano azul.
Parece no haber frontera, entre el cielo azulado y las orillas.

Blancas como tu piel, blancos como los días...
en los que pienso detenidamente en ti.

Allí acuesto mis mejillas rojas, como la pasión escondida,
entre tus manos y las mías, invisibles en la cercanía.
Tenues en la distancias, alumbradas por una lámpara.
De pensamientos que acreditan, el amor que se procesa
desde mi alma... arpegio de sirena, risa de musa,
ruido de trompetas que suenan acompasadas.

Bum-Bum-Bum-Bum, se acelera mi corazón,
en tu presencia, bailando claqué...
en mi mente se dibuja esa imagen.

Y no me digas porqué...
pero persigo tu sombra allí dónde permanece,
intacta, quieta, eterna.
En el café de tus labios,
sorbiendo poco a poco,
añadiendo los suspiros,
en el recital de tu escenario.
Tu sonrisa amanece y se expande,
a sus anchas, acomodándose en el verso más suave,
buscando la mirada que acontece,
en un cuerpo que ensueña con tenerte,
mientras escucho atentamente,
como tu voz se deshace en mis oídos,
y se funde en el deseo de retenerla,
de grabarla en mi memoria, para no olvidarme...
de quién fuiste esa noche,
de como las horas caían rendidas,
exectantes de que siguiéramos en la estampa,
pausadas, charlando sin prisa, riéndonos de nosotras mismas,
en un día grisáceo, dónde la lluvia quiso ser la protagonista.
Un blues sonaba de fondo,
dentro de mi pecho se dormían los recelos,
encubiertos en tus senos,
reían despistados los intranquilos latidos.
[...]



Mi corazón estacionado en la parada llamada amor,
subí en ese solitario vagón,
esperándote...deseando bailar contigo otra vez.
En un día grisáceo, dónde la lluvia quiso ser la protagonista,
en una noche dónde tuvimos que soñarnos despiertas.




:)