viernes, 29 de octubre de 2010

Adelante.

A veces presiento que las cosas más interesantes, desaparecen dentro de mi interés. Y que recurrir a dibujarlas es un crasso error, del que puede lastimarme contínuamente y arrastrarme en su búscle solitario y contraproducente. Deseo tanto contentarme, hacer que la inspiración nunca se marche y permanezca aquí, junto a mi mente.
Que ni me doy cuenta que la desesperación puede llevarme al punto final, llamado desastre.
Contemplo desde mi ventana las viejas y nuevas costumbres de estos pasajeros andantes, parecen hormigas, cada cuál construyendo algo importante. ¿Y yo? ¿Qué estoy haciendo?
Dudando de mis principios, todos por alguien que no creyó en mi labor y prospecto.
El trayecto más corto se hace largo, dura varios años, lunas y sueños, pero siempre queda ese hemisferio pequeño, en el que soñamos contínuamente.
Sí, quiero tener esta ilusión, sin que sea arrebatada por las garras de la envidia y la ira. Así que prosigo mi camino, decidiendo y equivocándome, como una competición en la que el reto es llegar a definirse. Eso es lo que pienso. Que debería tratar de no rendirme.
Así lo decido. Siempre hacia adelante.





Diario del 29/10/10

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