sábado, 16 de octubre de 2010

Realidad.

Las torpes caricias que deambulan en mis manos tímidas, entrometiéndose en la simple idolatría por tocar tu piel blanquiza. Mi corazón late alarmado, eufórico, nervioso por seguir contemplándote desde el silencio azul, en el que tus pestañas abren el escenario hacia tus ojos avellanos. Parpadeas, encendiendo las luces de la calle de la discordia, haciendo señales mudas para el faro de mi playa dorada, en búsqueda de reacciones espontáneas que dejen descifrar las pequeñas líneas de lo que calla mi boca.
¿Te atreverías a presentarte a altas horas, en mi casa, sin nada que decirme tan sólo un..."Quise hacerlo, porque sentía que era lo que necesitaba por dentro"?
Yo te dije, temblorosa, soy incapaz. Porque el miedo sueña desde mi paladar y transmite la duda, ya que, a veces pareces tan ausente y otras tan próxima, que ni si quiera sé si decirte : "Hola, ¿Cómo estás?" o quedarme observando como estás en la lejanía, conectada a mí por un vínculo esquálido como tu figura de sirena.
Quisiera murmurarte, en las conversaciones no sólo se mueven mis dedos, tampoco lo hace el bailoteo de mi lengua, corren más que simples mecanismos córporeos, lo hacen los impulsos hambrientos de cruzar palabras contigo. Hacerte volar sin necesidad de alas de madera, sin cables que distorsionen la perspectiva humana, que nos hace ser nosotras mismas. Quiero explicarme, quiero mostrarte que para volar, no hace falta alas. Sólo la mente abierta, a todas las posibilidades existentes...Y si tú supieras valorar eso. El simple hecho de que conversar no es charlar por sacar la lengua a pasear, es un intercambio de información, un beso escondido, entre los recónditos de nuestro jardín secreto.
A veces me pregunto...¿De verdad querías ofrecerme vocablos amables, porque así lo pretendías o porque en tu interior anhelabas el compartirlos conmigo?
Un día de estos, en que las estrellas brillen por su propio esplendor, sin que nadie les haya enseñado, sino por su gratificante esfuerzo. El día que suenen al unísono, y canten una canción de amor...aquel día, te llevaré lejos.
Y aunque a veces titubeo en si hacerlo o no, en si de verdad debería afianzar lo poco que tenemos, quiero demostrártelo de todas maneras, para que veas...
Que volar no es sólo soñar despierta, es una realidad conjunta.




"Que el resto del mundo aparte sus ojos, sólo podremos relucir nuestros silencios, estudiando nuestros labios, recorriendo minuto a minuto, los besos, los sueños...abiertos entre tu corazón y el mío"

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