lunes, 23 de agosto de 2010

En tan sólo unos minutos.



Sus labios de pergamino clásico, arrollado por las dudas de un beso impreso, extinto, apunto de consumirse en los mismos.
Sus ojos salvajes que huyen de toda lógica, viajan hacia el país de los sueños, escrito en la memoria de mis pupilas. Y como si fueran buenos navegantes, más conocidos por sus hazañas que por su diálogo, rescatan en mí una sonrisa tímida, que se despide en mi boca y continua en la suya...
Ahora recuerdo su cabello largo, ondulado haciendo mil y una formas, como las olas del mar, me trasladan hacia lo insólito, inexplorado hasta entonces y me acomodan en su letargo...
**que la suavidad de la que se hace cargo mi tacto, habla de secretos jamás contados**
Y tú me sonríes plenamente, como si nada te detuviese, salvo la vergüenza de ver contestada ésta misma, en mi rostro. Y yo, sin palabras, todas mudas, arrimadas a tu silencio, río, río en el desconocimiento.
Creo que he podido tocar el cielo, en tan sólo unos minutos...

Sin conocerte de nada, sin cruzar si quiera vocablos que llamen a nuestras puertas, sin tan si quiera, reírme...a carcajadas.


En tan sólo unos minutos, he visto la selva, salvaje en tus ojos, hiedra venenosa en mi alma...

domingo, 15 de agosto de 2010

Triste primavera...






Retornan al viejo cauce, las hojas de primavera,
ya secas, ya tristes...
flotan sobre el agua junto a sus penas,
y en ellas se reflejan el recuerdo dulce...
De tus ojos verdes, como la fresca hierba,
y allí dónde nace el sol, se adormece en tu piel blanquiza...
dejando los retales de mi ensoñación, ya marchita.
Que eres como la primavera, que muerta estaciona sus pensares en mi orilla,
que recuerdas a mi memoria, lo que llegué amar a todas esas hojas.
Que ahora retornan al viejo cauce,
durmientes, sin vida...
esperando que yo las ame, como lo hice en mi vida.

jueves, 12 de agosto de 2010

...

Hoy la lluvia permanece intacta, a este tejado cobijado entre nubes de algodón, miedos que transcienden de un lado a otro, rociándonos con oscuros secretos...
Yo, permanezco inmóvil, contemplando el espéctaculo de luces, a lo lejos, reconozco el llanto torpe de un niño asustado, bajo las sábanas de su madre, reprocha a la tormenta hacerle vulnerable y yo, como ese diminuto ser humano, siento que esta pequeña nubulosa llena de precipitaciones, me enreda a sentir, a sentirme triste presa de esa angustia despreciable...que me recuerda, a tiempos mejores, a días sonrientes, a personas que amé...
Ayúdame dijo mi frágil voz, expandiéndose desde mi mente hacia mis labios, ayúdame a ser, a volver a sentirme príncipe de mi mundo, a rellenar los espacios...con sus palabras.
Me siento sola, descuidada, sola como una muñeca rota que desliza su mano, al cielo...


"Esa habitación oscura hermética, que reluce dentro de su neblina, estudiando las luces ópacas de una lente borrosa, haciendo que el viento mece sobre la luna, desnudando las pasiones rotas, y uniéndolas en un día como éste. Después de la lluvia, en el país con este nombre, no siempre debe llover, algún día parará y todo será como la noche misma, como la habitación hermética que reluce".




Tus palabras fueron el fundamento de mi ser.







Hoy te escribo no como poesía en el que te relato, todos mis sentimientos, sino, como narrativa en el que desnudo mi consciencia y abro mi corazón.

miércoles, 11 de agosto de 2010

Corazón de plástico




Corazón de plástico, que prende fácilmente...

Tan sólo...





Me miras, te miro...
Y el resto de versos se escriben solos.

No hace falta música, ni tan si quiera letra,
basta sólo contemplarte, para satisfacerme en todos los sentidos.
Y cómo si lo supieramos todo y el silencio se hiciese cómplice de ello,
desvelamos nuestro pequeño secreto, atrapado en las puertas del paraíso,
que dejan libre a mi aliento:

Te quiero.
Tan simple y tan bello, haciéndose eco de un amor jovial y eterno.
Que quiero pasarme el resto de mis días contigo, abrazando tu cuerpo, sintiendo tus labios, tocando el cielo con tu voz y la mía, al unísono...
Despertar sin miedo a ver,las sábanas impregnadas de tu olor, la salvaje figura arráncandose del lecho, partiendo hacia algún lugar, dónde mi habla no le llega.
Pero siempre estoy junto a ti, sin importar cómo, siempre, estoy ahí, de espaldas o a tu lado, reinventando las formas, para perdurar nuestro pequeño relato.

¿Quién soy? Sólo tú le das sentido, a la respuesta de este enigma.





Sin tan sólo, me dieras unos minutos de tu tiempo, mi espacio sería tan grande, como el océano que cruza nuestras palabras de amor.

sábado, 7 de agosto de 2010

Oscura habitación...






Rezo desde esta trémola oscuridad, llana, profunda, encarnizada...
como las burbujas que mecen desde la respiración remota, de un cuerpo que apaga sus luces, y se envuelve en las sombras de la rígida realidad.
Rezo desde esta oscura habitación pintada de negruzca niebla...
quisiera ver más allá, pero el muro no sólo son mis piernas, sino...mi cabeza.
La oración parece no ser escuchada por nadie, los oídos se vuelven tercos y sólo captan la información agradable, de algún cumplido ciego que frívoliza la parte más triste.
"Eooooo,Eooooo"- ni el eco parece oírme, ya entre tanta desesperación cojo, mi mano invisible y la alzo entre las tíbias plataformas de la negra soledad.
¿Hay alguien ahí? No necesito un abrazo cálido, con que esté medio-roto, medio-reconciliado, lo aceptaré, sin queja alguna, sólo...lo disfrutaré en silencio.
No mellará mi corazón atrapado en la garganta arañada, entre gritos de dolor, la acústica funebre de algún día en el que yo fuí culpable de la edición de este guión.


"Sabe a purê bohême..."- Dijo alguien.
"Eres tonto. Tonto por no saber, que eso no son cursílerias del tres al cuarto, eso, es mi propio llanto servido de desayuno, comida y cena. Y como compañero de celda, tengo al mismo contribuyente, día tras día, noche tras noche...hasta que se me va extinguiendo la vida".


Desde el cuarto oscuro de mi propia existencia, rezo, rezo por terminar de bostezar el trágico sueño, que pareció ser el susurro de alguien con mal gusto y acabó despertándose en mi cama. Sin decirme nada, fue traídor dos veces. Una mal ganada y otra...mal pérdida.






Te odio...sueño. Te odio, por quitarme las vigilias. Por enamorarme con tus prosas prohibidas, y luego...luego retirarte y colgar el cartel de cerrado.

"Está cerrado. Hasta...mañana."

Descosida.






Siento como si hubiese descosido, todos los botones de esta vieja camisa...
como si hubiera arañado, cada año de vida...restándole importancia, de todos aquellos recuerdos, que me enseñaron a ser yo misma.
Perdiendo todos aquellos sueños, por los que sonreía.
¿Y ahora qué? Ahora nada, ahora sólo toca callar. Y llorar desde el alma.

jueves, 5 de agosto de 2010

....





Retornando a los espacios vacíos su letra, excavando entre los pequeños hoyos huecos, del sentimiento barroco y retorcido, ingenuo y sumiso, de un silencio eterno...que retoma en tus labios el aire del suspiro.