jueves, 12 de agosto de 2010

...

Hoy la lluvia permanece intacta, a este tejado cobijado entre nubes de algodón, miedos que transcienden de un lado a otro, rociándonos con oscuros secretos...
Yo, permanezco inmóvil, contemplando el espéctaculo de luces, a lo lejos, reconozco el llanto torpe de un niño asustado, bajo las sábanas de su madre, reprocha a la tormenta hacerle vulnerable y yo, como ese diminuto ser humano, siento que esta pequeña nubulosa llena de precipitaciones, me enreda a sentir, a sentirme triste presa de esa angustia despreciable...que me recuerda, a tiempos mejores, a días sonrientes, a personas que amé...
Ayúdame dijo mi frágil voz, expandiéndose desde mi mente hacia mis labios, ayúdame a ser, a volver a sentirme príncipe de mi mundo, a rellenar los espacios...con sus palabras.
Me siento sola, descuidada, sola como una muñeca rota que desliza su mano, al cielo...


"Esa habitación oscura hermética, que reluce dentro de su neblina, estudiando las luces ópacas de una lente borrosa, haciendo que el viento mece sobre la luna, desnudando las pasiones rotas, y uniéndolas en un día como éste. Después de la lluvia, en el país con este nombre, no siempre debe llover, algún día parará y todo será como la noche misma, como la habitación hermética que reluce".




Tus palabras fueron el fundamento de mi ser.







Hoy te escribo no como poesía en el que te relato, todos mis sentimientos, sino, como narrativa en el que desnudo mi consciencia y abro mi corazón.

No hay comentarios: