martes, 20 de julio de 2010

Estoy harta.



Escupo en el papel aterciopelado, el revés escrupuloso, de un gesto honesto através de lo que siento.
Estoy tan perdida, en tantos aspectos, parece que vaya navegando hacia la deriva y con un ojo distraído. Ni si quiera toco el agua, sólo especulo, que voy sobre ella pero ni tan si quiera la he visto durante años.
Estoy tan sumamente perdida...ni si quiera pronunciar auxilio, me serviría. Desde que la brújula se estropeó y se quedó marcando una misma dirección, tu misma dirección. La mía ya no tiene cabida.
Es por eso y por lo otro, por aquello y por esto, que ni el trabalenguas sale ya, en su módica belleza. No entiendo porque se ha producido el cortacircuito, seguramente del agobio, de las responsabilidades y del delirio, de no tener nada claro...lo que quiero.
Tengo tanto miedo a perder, que ya he perdido. En esta ocasión mi ego, se sobrepone a su propio aliento, en realidad, se muestra firme, fuerte y algo fanfarrón, pero...no es nada asiduo a lo que siente....a su dolor.
Creo que me perderé una vez más, eso pienso, en ocasiones cuando veo que nada sirve, nada comienza, por dónde debe empezar. Y es entonces cuando digo y me dicen: "si tomas esta actitud tan derrotista, es normal que no veas la luz al final del túnel." Pero...se equivocan, me equivoco...no es por el cáracter o la falta de determinación esto, es...por no entender cómo me siento.
A pesar de que, todo el mundo se cree más sabio que yo, y me aconseja induciéndome a su propio camino de la opinión, creo yo, que aunque sea torpe, falta de ideas, y me quede mucho sendero a recorrer, tengo mi propia fuerza...y no debe menospreciarse tanto.
Es díficil pensar que, ahora tenga algo de valor. ¿Pero no es más valiente aquel, que incluso con miedo se adentra en la selva protagonista de sus peores pesadillas? ¡¿Y qué si me he perdido?! ¡¿Y qué si no encuentro lo que busco o quiero?! Lo encontraré, pero déjadme ya de decirme cómo soy, qué camino debo tomar y cuál es mi mano izquierda o derecha.
No me instruí en párvulos, ni tampoco me licencié en ingenuidad...Sólo me cuesta un poquito más, un poquito más de la cuenta. Si supiérais cuánto anhelo ver mi habitación ordenada...junto a sus libros y peluches, sus recuerdos y reproches...
No es tan fácil, y no es por quejarme o dejarme vencer...En este escrito, es sólo que, necesito mi tiempo y ojalá entendieráis que ni tú ni yo, somos los sabios de esta historia, sólo el tiempo, me dirá si lo hice bien o mal.




Porque a veces los pecados no se borran con el borrador, sino con la consciencia.









u_u

No hay comentarios: