viernes, 25 de junio de 2010

Luto

Querido diario,
Otro día complicado, como de costumbre. La muerte se ha hecho ademán de algo que ansiaba con sus garras y el cómplice...ha sido el tiempo. Quién desgastó hasta la última mueca, apagó sus suspiros y profanó el recuerdo que teníamos de tan querida amiga.
Me pregunto qué pasos recorrió la vieja viuda negra, para saciarse de tanta vitalidad experimentada, ¿Por qué incó el diente y provó hasta el último bocado?...¿Quién no le ha rogado que pare de hacer esa tiranía de governación sobre la faz de la tierra?.
Me expongo a que me señale con su guadaña, y que me sonría con sus dientes podridos hasta la última caries. Después de eso, huiré despavorida, pero ella me encontrará y me dará caza, como una pequeña presa, a la que la razón ensombrece a su consuelo. El destino predeterminado parece, pero yo quiero sobreescribirlo.
En eso pensé, en las palabras de esa atormentada y vejada prisionera, condenada a rescindir su tiempo de vida, porque su contrato le ha caducado o ha expirado al capricho de la misma vida. Cómo ir contracorriente, anhelar lo imposible, desear quedarte cómo de costumbre hacías...en tu monotonía divertida y apacible.
¿Cómo despedirte de tanta gente y a su vez, poca?:
"Querido padre, querida madre, querida hermana, querido hermano, querido amigo, querida amiga, querida hija....
Esto es el fin de mis días, y a lo largo de este trayecto no he hecho más que sobreescribir mi verdadera historia, aquella que quería pintar con mis manos y no con otras. He compartido con vosotros parte de mí, sin esperar más que vuestra sonrisa plácida como las noches en vela, que pásabamos junto al mar, he descubierto las lejanas playas que nos separaban unos a los otros, con la excusa de la razón, eso era trivial...pienso yo, y ahora contemplo como mi llama se consume lentamente, hasta dejar de dar calor. Y cómo vuestros ojos vidriosos me miran y me recuerdan lo felices que eran esos días, en los que todo era perfecto. Ni si quiera puedo imaginarme vuestro dolor, como así mismo siento yo ahora, es tan sumamente profundo, que haría brecha en cualquier cuerpo vulnerable al drama final...de esta tragicomedia.
He sido muy feliz, y lo soy ahora que me estoy yendo hacia algún lugar. Quizás, nos reunamos de aquí poco, o quizás de aquí mucho, pero...mientras tanto vivid sin miedo a hacerlo. Sin miedo a luchar por vuestros días."
No me lo puedo ni imaginar...Aún así rebienta mis adentros de rabiosa incomprensión, al simple hecho de dejarnos atrás.
No soy capaz de continuar y poner un punto y una coma, hacer una breve pausa sobre mi voz conmovida...Soy demasiado frágil y tú como una estrella ahora yaces dormida, en el firmamento.



No quiero pensarlo. Me duele tu pérdida, me duele...escribirte esto.

No hay comentarios: