viernes, 7 de enero de 2011

Discurso inolvidable.

Tus labios se movían al compás,
repasando mentalmente las notas que ibas a pronunciar,
escogiendo cuidadosamente, cada detalle, cada palabra,
olvidando por un momento, lo que eras.
Deshinibiéndote de todo, siendo libre cuál libertad,
escrita desde el más bello arte llamado: Humanidad.

Te agitas con sólo pensar que te contemplo,
que vigilo tus gestos, que sigo hasta el más mínimo titubeo.
Te arrepientes al verme, observarte desde el inicio,
siguiendo tu discurso inolvidable...
haciendo del desastre un himno.
Fingiendo que por unos segundo la ingenuidad es amarte.

Rótulos colgados en tu boca,
luces de navidad que son el resultado de una noche soñada,
y ahora cierras los ojos, te aferras a lo que sientes ahora,
y despiertas en mis labios, el beso.
Es tiempo de dejar que todo esto, sea la ansiada fantasía
que cubría mis ilusiones infantiles de niña.

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