lunes, 6 de septiembre de 2010

"Especial"


(Extraída foto de google)


¿Alguna vez te ha ocurrido, que de repente olvides todo y te concentres en sus simples palabras? Simples...eso pensaba yo. Pero repercutían más de lo que esperaba, me pilló desprevenida, como una massa de aire helado, que cubría mis párpados perplejos de haberme cautivado con una simple bolsa de palabras.
Fue una conversación larga y extendida, llena de tópicos,de otros poco convencionales, y de señales escondidas tras cada vocablo que asomaba su cabeza, con voluntad propia.
Y ella conducía ese furgón de palabras, las conducía hacia a mí, como si nada... Se crecía una y otra vez, desnudando sus razones e ideologías en ellas, y yo sólo leía, escuchaba atenta dentro de mi corazón cada idea dibujada en la pantalla.
Y con cada broma ingenua e incluso insulsa, me reía aún más y más, sin poderme resistir a que ella me arrastrase, como una corriente de agua ténue, me agarraba fuerte y no me soltaba. Yo estaba entusiasmada, de haberme encontrado con tal espécimen, que resaltaba sobre los otros, o mejor dicho, sobre el resto de la sociedad. Se definía a sí misma como rareza, como resultado de muchas incongruencias y extravagancias, que le habían hecho ser así, yo por lo contrario la definía como algo maravilloso, fuera de todo trivialismo, era simplemente lo que ella y yo llegaríamos a la conclusión: Especial.
Tan especial que ni yo misma me dí cuenta, de como brillaba, como encendía el candil de su propia chispa con su voz, sus manos, sus ojos...su vida. Era algo tan sorprendente que aún sigo embobada, contemplándola...a ella y a sus palabras.
Esperándola cada noche, para verla conectada, desquiciándome cuando no lo hace, y aunque, pronto es para que le importe, a mí, a mí me ha dejado huella. Una huella tan profunda como la que el hombre hizo al enmarcar la luna, la que la hazaña cubre la alegría de haber conseguido una pequeña victoria, y ésta es la mía: Haberla conocido, haber sentido su huella...cerca de la mía.







Y seguiré esperándola, sólo para saciar mi sed. Seguiré bebiendo de la misma botella, que arrojaré al mar. Con un mensaje: "Eres especial"

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